Así es… La rebelión de los creyentes. Por Inocencio Yáñez Vicencio. 

Gracias a los creyentes que se han rebelado a seguir siéndolo es que no nos quedamos en el paleolítico. Si todos los hombres y mujeres nos hubiéramos conformado con sólo creer, sin duda alguna que nos hubiéramos quedado en la edad de piedra. Que disfrutemos de una vida inmensamente mejor en todos los aspectos hoy respecto a nuestros antepasados, sin duda alguna se lo debemos a todos esos que desafiaron las creencias. En nuestros días nos parece increible que alguien haya sido llevado a la hoguera por decirle a la Iglesia Católica que no aceptaba que la tierra era el centro del universo y que no era cuadrada. Es cierto que algunos descubrimientos llegaron accidentalmente, pero casi todos son resultado de la actividad social, la curiosidad y el rebelarse a aceptar las cosas por dadas, por reveladas o designio divino. Hoy se puede alimentar a millones gracias a que se inventó y mejoró el arado, se mejoraron las semillas; se exploraron otras tierras y continentes gracias a la innovación de las embarcaciones, la cartografía, los instrumentos de navegación. Es social el conocimiento porque no se parte de cero, la originalidad topa con la sentencia de Bernard de Chartres, de que somos enanos trepados en hombros de gigantes ( aforismo equivocádamente atribuido a Issac Newton). Alguien puede ser el afortunado de un descubrimiento, pero ese descubrimiento condensa desvelos de otros.

Hoy hablar de educación y cultura es difícil hacerlo sin que venga a nuestra mente el libro de Pierre Bourdieu, titulado La Reproducción, que nos muestra claramente como un sistema se reproduce materialmente y el orden se reproduce cultural e ideológicamente. Nada de nuevo tiene que el orden hegemónico combata a todo aquél que lo cuestione. El orden, en la imposibilidad de dominar únicamente con la fuerza, se apoya en ideas que hagan aceptarlo como un destino u obra sacra, para que el destinatario no se rebele. Mientras los dominados acepten el poder como castigo del pecado original o divino, no hará uso de la fuerza, pero en cuanto el súbdito deje de ser creyente, los que mandan van a hacer uso de la coerción. Ese es el gran desafío de la educación y la cultura de una sociedad antagónica como la de nosotros. Educar¿ para qué? ¿ para reforzar los grilletes? ¿ para la emancipacion? No es fácil resolver el dilema. O se educa para el empleo o se educa para el desempleo es un falso dilema. Soy un convencido de que se debe y se puede educar con un sentido crítico que desmonte las teorías que sustentan la sociedad basada en la desigualdad y en una libertad como no intromisión del poder moentras no esté en riesgo la acumulacion del capital basada en la apropiación del plustrabajo, pero que tanto se siente amenazado, reclama al orden o lo reclama, como sucedió en el 2008-9, en Estados Unidos, para que salve a los barones del dinero de su propia corrupción.

A las tiranías y a los gobernantes con vocación de tiranos siempre les ha convenido que las masas se conformen con creer, que sean creyentes, que no investigues nada, porque eso hace posible que el mando se apoye en prejuicios, supersticiones, supercherías y temores. A la desintegración del Imperio Romano, los reinos y señoríos se apoyaron en la teología, legitimaron su mando dándole un origen heróico y divino. Hicieron suyas las enseñanzas bíblicas paulinas de que todo poder viene de Dios. Nadie representó en la Edad Media el modelo eclesiástico de ese poder sacro cono Carlo Magno. Fue un régimen privado. El liberalismo que surge de la desintegración del feudalismo no es otra cosa más que el rechazo de las creencias que frenaban el desarrollo de las fuerzas productivas, que aún cuando se ponga en tela de juicio el papel del protestantismo en el rechazo de la usura, simboliza lo que se venía presentando en Venecia, Génova, Florencia y Amsterdam, en pleno Renacimiento. La tolerancia, como afirma, Harold Laski, es un reclamo anterior a la masacres de 1598. El Estado modeno traslada la fuente del poder de la divinidad a la ciudadanía. La secularización de la politica atrviesa por un sin fin de vericuetos. Invocar al pueblo como soberano fue motivo de múltiples interpretaciones. Rousseau lo consideraban como atomizado, para él la soberanía radicaba en cada ciudadano. Sieyés, considera que la soberanía reside en la nación, considerada como un todo. 1789 triunfa la tesis del Abate en Francia, por eso se realizan elecciones en segundo grado y en 1791 , quedan abolidos los partidos. Se apela a un bien común escolástico, que sólo conocen iluminados. El Estado que nace, como Estado liberal, se declara neutral y le asignan como fin unos derechos naturales, en cuyo centro está la propiedad privada. Desde entonces se aspira a que las fuerzas que se disputan el poder político, no ofrezcan otra cosa que sustituir al personal que gobierna, por lo que al no estar en juego el arrego social, la competencia se basa en moralismos, es decir, a ver quien administra mejor, acusándose de quién roba más.

Esta cultura expulsó de las contiendas políticas la discusión de los temas económicos, hacendarios, financieros y sociales de fondo, para dar paso a un debate retacero y de señalamientos superfluos, pero en ausencia de debatir sobre cuestiones estructurales, parecen de primer orden, al grado que hoy en México, en la lucha por la Presidencia, existen dos proyectos populistas, uno vandálico, de Claudia, y otro, vernáculo, que encabeza Xochitl, con lo cual no hay alternativa.

El problema es que llevamos siglos de que las relaciones dd mando y obediencia se apoyen en la ferviente disposición de nuestro pueblo a creer y no se aliente un espíritu de rebelión hacia la creencia. El mayor problema no es ideológico sino cultural. Durante siglos nos han dicho que la política es mala y que los políticos son demonios y jamas nos preguntamos por qué se dice eso y a quién conviene. Si escudriñamos un poco veremos que quienes descalifican la política lo hacen porque quieren que el pueblo no se interese en los asuntos y decisiones comunes; que provocan animadversión hacia los políticos, porque quienes hacen eso, quieren ocupar su lugar, sin someterse al escrutinio ¿ Qué Amlo y Trum no echaban pestes de las élites políticas? Y miren. Gracias a que hicieron política atacando la política es llegaron al poder, porque creímos que no siendo ” políticos ” iban a actuar bien.

Los veracruzanos, si todos nos conformáramos con creer nada sabríamos de la casa de 60 millones de Rocío en El Dorado de Boca del Río, Bueno no sabríamos por qué la Refinería de Dos Bocas, triplicó sus costos.

Es cierto que tambien tuvimos gobernadores priistas que trajeron esbirros que llegaron sin nada y hoy viven en las Animas y sinvergüenzas que lucraron con placas y notarías, pero quien hoy aspira por Fuerza y Corazón por Veracruz, Pepe Yunes, sabe que para la campaña todos, petos para gobernar únicamente los mejores, sabe que el PRI, tiene que dejar atrás personas y prácticas que reprueba la sociedad.

No es malo creer, malo es conformarse con sólo creer; demos un paso adelante e investiguemos. Sólo bien informados podemos votar y elegir y elegir al mejor. El mejor es Pepe.